Unas pequeñas gotas difuminadas por una borrasca - que llaman "Bella"- han ido mutando a copos diminutos y crisálidos. El frío se nota en la ausencia y, el viento, en las cosas que no deben volar y vuelan.
Ha cuajado algo en alguna esquina, pero no durará, es leve, como de ganchillo antiguo. Los pajarillos se suben a las aceras entre paso y paso, protegiéndose bajo los balcones.
Todo parece pequeño: la nieve, el piar, la mañana.
Santos Inocentes,
la nieve les cae
a los gorriones