miércoles, 24 de abril de 2024

Feria de abril

 


Hay tanta gente bailando y tantas letras escritas sobre la feria que solo voy a recordar momentos.

El trote de los cascabeles mientras caminamos, acalorados y con chaqueta, por el puente que pisa  Triana.

La dejadez del mundo al entrar en la caseta.

El baile de colores cuando se van buscando los brazos limpios de las flamencas.

Las flores en lo alto y un poco más atrás. 

Las risas con Nino por Chiquito..

Las corbatas elegantes mientras sujetan la manzanilla y miran con decoro el último plato de jamón.

La generosidad del que recibe y la intrascendencia del que sabe invitar.

La mirada sonriente de mi hija con su mantoncillo limón.

El misterio del cante.

El aire del abanico rojo y el arrebato del verde.

La alegría líquida del habla y el ritmo de cajón.

El reflejo de las luces al volver desde Triana.


feria de abril,

el taxista que nos llevó

el único malaje


A Chema y a mi hija, por hacer posible todos estos días.




martes, 23 de abril de 2024

Dos maneras de mirar

 



El martes días 30 de abril presentamos, mi amiga Cari y yo, un libro con haibunes: prosa con sabor a haiku.

Narramos, cada uno con su mirada, dos formas de ver la vida, de haberla vivido y de haberla bebido (con perdón). 

Hablamos de las etapas de la vida: infancia, juventud y madurez y, también contrastamos temas concretos como la mili, Córdoba o la borrachera. 

Un libro que, objetivamente, se puede clasificar de original.

Lo presentamos a las 7 de la tarde en la restaurada Posada del Sol de La Roda.

Leeremos algunos haibunes y nos acompañará la banda infato-juvenil de la Virgen de los Remedios.



Os dejo algún haiku del libro:


llueve,

resuenan en el aljibe 

las primeras gotas


de repente

flores y flores de almendro:

¡qué luminosidad!


Si os apetece compartir un rato con nosotros, ahí estaremos.




jueves, 11 de abril de 2024

Carmen

 Ya queda menos.

 Nos separan 519,4 km dirección suroeste. Pero el domingo, poco a poco, estaremos juntos, bajo el relámpago de las luces de la feria y al compás de sonrisas ceceantes.

Recuerdo una época en la que los viernes de tardeo, brotaban las  conversaciones crepusculares en azul cobalto. Los echo de menos.

Ahora es de buenos días madrugados y toques de móvil vespertinos.  Pero te siento alegre.




felicidades, hija,

este año nos vemos

bajo farolillos de abril





Ruta: La Marmota.

 Sin grandes pretensiones queremos realizar una ruta por La Marmota, un paraje perteneciente a Tarazona de La Mancha, cerca de Albacete, del que solo nos suena el nombre.

El origen del nombre puede ser árabe del término "marmuta" que significa lugar elevado; o una deformación  del topónimo  "La Morra" que hace referencia a la forma del terreno en la zona similar a un hocico o morra o, simplemente que hubiera en algún tiempo - tal vez la Edad Media - marmotas en esa parte del río.

Elegimos una ruta circular de unos nueve kilómetros.

Caminamos mucho tiempo por una senda llana y ancha por la que puede circular un coche. Desde el primer momento vamos bajo la doble sombra del cielo encapotado y de  los pinos carrascos.

El romero está en flor, conservando aún el frescor por las lluvias de la Semana Santa.

Llegamos sin dificultad a un vértice geodésico (indica una posición geográfica exacta) con la advertencia en verde de que la destrucción de la señal está penada por la ley.

 Un punto de altura con una buena vista, el río se intuye por el dibujo sinuoso de los álamos, la siembra emerge en brotes verdes y algunos amarillos de las jaras.

Nos encontramos a un par de personas buscando espárragos trigueros.

Bajamos hacia el río, el camino gana en dificultad, en retazos agrestes con raíces que marcan el terreno y se convierten, unas tras otras, en escaleras irregulares.


Cuando nos acercamos al río, un cenotafio en penumbras recuerda la soledad de  algún hombre bueno. 

Cerca de allí la  ribera se transforma en playa y trazamos conjeturas sobre la vida.

Miramos de cerca las hojas y encuentro un espárrago, lo cojo, después otro, también lo corto mientras recuerdo.

Volvemos subiendo entre algún despiste y caminos embarrados.



recuerdo a mi padre

al cortar un espárrago,

aromas de romero



domingo, 31 de marzo de 2024

Vendaval

 Es posible que el  viento en el Parque Lineal sople de noroeste a sureste, provocando solo un balanceo verde de semillas y flores.

 Es posible que en alguna ocasión el árbol más incauto y desvencijado pierda los tallos tiernos y hojas donceles, solo él.

En el suelo se encuentran ramitas secas y montones descolocados, con una geometría irregular.

Anoche el viento sopló a más de 70 kilómetros la hora; los árboles se mimbrean al compás, cediendo y recuperando el porte en cada vaivén. El tronco firme, la copa se cimbrea.

La presencia del cinamomo es despeinada y retraída.


pasa el vendaval,

ramilletes de hojas verdes

bajo el cinamomo


vendaval,

solo bajo el cinamomo

ramilletes de hojas


miércoles, 27 de marzo de 2024

Mohammed


Hace un par de semanas llegó a mi trabajo a presentar una paternidad Mohammed (con dos emes). Es un hombre de tez aclarada,  sonrisa leve, paciente y de con cierto acento de chilaba. 

Por diferentes motivos administrativos, que siempre son incomprensibles a los que no navegan en este mundo y que no necesito explicar a los que sí lo sufren, tuvo que volver en varias ocasiones. (El famoso vuelva usted mañana).

Cuando ya se solucionaron las trabas me dijo que  yo era un hombre bueno (sí, a mí también me  extrañó) y me preguntó si me gustaba leer.

Me quedé perplejo. Alguna vez me dan las gracias por mi amabilidad (sí, de verdad que sí) ¡pero eso de bueno...!

Le di las gracias y le contesté que en efecto me gustaba leer.

Sacó de su carpeta azul un librillo sobre introducción al Islam. (Yo tampoco me lo esperaba).

 - Eres religioso

 - Solo creo en la bondad

 - La bondad no es suficiente. Lee este libro dice muchas verdades. Ya lo comentaremos.

 - Vale, lo leeré. Pero no creo ni en mi religión que es la auténtica... (no entendió el chiste)


Cuando se fue pensé si me dio el libro porque me vio bueno, o me dijo bueno para darme el libro.

¿Qué pensáis?

Lo tengo en un cajón de la oficina, en algún momento lo hojearé y que sea lo que Dios quiera.





 - 


miércoles, 28 de febrero de 2024

Ruta: Chinchilla de Montearagón. Inteligencia artificial.

 

Cuatro almas aventureras, desafiando el viento, emprendieron un viaje de 8 km por los senderos de Chinchilla de Montearagón.

Con el sol como cómplice, partieron tarde, buscando su calor. El viento, caprichoso, solo daba tregua en el abrazo protector de los árboles. Gracia a la quía de Wikiloc, descubrieron rutas que les revelaron los secretos de la tierra manchega.

La jornada se aderezó con sabores autóctonos: gazpachos que reconfortaban y leche frita que endulzaba el paladar.

Al final, el chorizo y la guarrilla, sobrantes del festín, encontraron refugio en un táper, promesa de futuras aventuras.

Viento susurra,

pinos pequeños bailan,

sierra en calma.


Es una prueba de redacción por inteligencia artificial gratuita. Todo, incluso el haiku. Lo único mío es la fotografía.