jueves, 12 de abril de 2018
Estuvimos bien el pasado sábado; vamos, de cuando en cuando, a Madrid; pero nunca sabré ir sin guía hasta Edelweiss.
La comida fue un reencuentro y también un recuerdo - con rasgos filipinos-.
Sigues rubia y humo. Te cae bien el rubio.
Y me dices terminando la comida: "no puedo evitar llorar cuando te veo llorar". Le doy vueltas durante varios días, como a una canción que te suena pero no la identificas. Por fin he caído.
Y es que, ya ves, a mí me sucede algo parecido; si te veo sonreír no puedo evitar ser feliz.
humo y sonrisas,
bajo la lluvia de abril
veinticinco años.
- a mi hija -
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ResponderEliminarTe apatece que llore? Jajajaja muchas gracias papi , pero mejor reiré así tu también lo harás❤❤
Si, mejor unas risas.
EliminarPrecioso!! El mejor regalo de cumple.
ResponderEliminarGracias. Un besaco.
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