Aunque entonces Isa, para mi asombro se levanta de la mesa, se aleja de la gente y me dice.
- No quería hablar delante de estos, que son unos cotillas. Pero, José, ¿tú no sabes que en tu tienda hay dos que son pareja? Bueno, o han sido, y no lo digo porque alguien haya muerto, que Dios no lo quiera.
- Pues la verdad es que no sé nada, Isa. ¿Estás segura?
- Eso quien me lo ha contado es de fiar. Me han dicho que los veían siempre juntos, y que había miraditas picaronas entre ellos. Incluso muchas veces con descaro. Pero todo a escondidas. Al parecer se iban a una casa vieja, propiedad de Lázaro.
Sin tomar respiración, continúa. - Vaya, se me ha escapado lo de Lázaro.
- Pero quién iba a ser si no, estamos hablando de su muerte.
- ¿Su muerte? ¿También lo han matado?
- No, perdona, quería decir eso, su asesinato. Su presunto asesinato.-(Ahora no me van a pillar, je, je, je).
Isa, - en efecto era Isa- se sale a la calle a echar un cigarro y llama por teléfono; la veo colgar y volver a llamar a otro sitio.
Me vuelvo a sentar mientras el resto está pensando en posibilidades, cuando mi móvil vuelve a sonar y al ver quién es me pongo nuevamente pálido.
- ¿Quién te llama?, me preguntan todos
- La guardia civil - respondo -
- Bueno, tiene que ser, porque aquí me sale Nachete, vamos, Lázaro.
- Contesta, me apremia mi hija.
. Sí, dígame. - apenas si me sale la voz del cuerpo. - Carraspeo y vuelvo a responder.
- Oye, José Ángel, si te cuento lo que me han dicho no te vas a creer.
- No, seguramente no. Dime. - le respondo con un hilo de voz.
Les digo a todos abriendo la boca mucho para que se entienda lo que vocalizo aunque sin voz. ¡Es NACHO!
- Pues que estaba muerto, que me había matado, no saben quién. Pero en Faccebock ya estaban dando pésames, incluso han llegado a llamar a mis padres a preguntarles. Menudo susto se han llevado los pobres. Y, por otro lado, me dicen que yo he matado a alguien.
En fin, estoy con una mala leche. Llamando a todo el mundo que conozco para que sepan que ni he matado a nadie ni estoy muerto.
¿Tú no sabrás cómo se ha podido originar este bulo? Porque si pillo a la persona que ha originado esto lo ahogo.
No puedo evitar pensar que al final sí que va a ser un asesino. Y yo solo sonrío con la tontuna.
- Ni idea, lo primero que oigo, le respondo vocalizando lo mejor que puedo. Estoy aquí en Albacete, tomando unas copas tranquilamente con mi hija, mi mujer y unos tranquilos amigos.¡Desde luego, cómo es la gente! No tienen que hacer nada más importante y se inventa cada cosa. ¿Cómo se podrán crear estos rumores?
-Yo le diré a quien conozca que te encuentras bien y sin problemas. Lo que esté en mi mano, ya sabes. Hasta el lunes, Nachete.
El resto de compañeros me miran diciendo que vaya cara más dura que tengo y yo me encojo de hombros queriendo decir - qué voy a hacer -.
- ¿Desde cuándo me dices tú, Nachete?
FIN
Y, como siempre, cualquier parecido con la realidad se debe a falta de imaginación.
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