Hoy es un día gris, con un techo de nubes lluviosas, de vientos atormentados y abrigos primerizos; estos días son más densos y lentos, como andar en las primeras olas del mar. Lo explica la física cuántica, o lo debería explicar.
La mañana y la tarde huelen a castaña rota y caliente; y, durante un instante, la añoranza y unas manos infantiles se deslizan por la piel.
Ando siguiendo el olor del otoño, y cambio de calle, y de momento, y el cuerpo se estiliza, y los ojos se agrandan, y el reloj se cae. Lo dice la física cuántica, o lo debería decir.
viento terral,
las primeras castañas
huelen a mi hija
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