domingo, 7 de septiembre de 2025

Leiva

 

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El concierto de un artista repleto de sensibilidad, estilo,  acordes y tatuajes.

En cada canción deja una frase misteriosa que la resume o la genera:"todo tiene luz de probador"; "histérico de felicidad"; "todo el mundo cree en Dios cuando se menea el avión"; "odio al tipo del espejo unos siete días a la semana"... y muchas más.

Fue este pasado viernes, día 5 de septiembre, en Albacete; a falta de tres meses para mi jubilación.

La voz entre chulesca y humilde, supone una contraposición que, tal vez, forme parte de su vida.

 El sombrero ancla su cuerpo de quijote y lo sujeta a la tierra.

Y cantó todo el concierto, dos horas; lo poquito que habló fue para pedir perdón a los vecinos por el jaleo musical y a los asistentes, reconociéndoles y agradeciendo el esfuerzo de lo que vale las entradas. No necesita eslóganes de feria y momento. 

Me emocionó. Bailamos. Salimos del concierto más ligeros de espíritu y con una alegría que compartimos con nuestros amigos y con un whisky. 

Un predicador que no predica, pero contagia, como si fuera bueno, como si tuviera un gran corazón.

Gracias.


día de concierto,

la figura de Leiva

llena el escenario









domingo, 10 de agosto de 2025

Paseo


 Como muchos domingos salgo a andar protegido por las sombras del Parque Lineal. Otra vez una ola de calor convierte en inhabitable las calles a partir de las 12 de la mañana y hasta que se oculta el sol.

Cuando me voy acercando a la fuente circular observo a la izquierda, entre el frescor de las gotas salpicadas y la sombra de un olmo, una paloma muerta.

A medida que me aproximo parece que aún se mueve, mantiene una posición difícil, con el cuello muy doblado y el cuerpo girado. ¡Estará a punto de morir!

Al ponerme a su lado y observarla más detenidamente: los ojos continúan abiertos y cientos de hormigas se pasean ya - sin respeto - entre las plumas, saqueando plumones y vuelos.


Parque Lineal,

el estertor de la paloma

entre las hormigas


martes, 5 de agosto de 2025

Oporto

 Salimos de Alicante, un aeropuerto elegante y manejable para gentes de provincia y de pueblo. Ryanaire nos colocó a cada uno de los cuatro en una punta como castigo de no pagar el suplemento de "dame un poco más".

Fue el sábado treinta y uno de mayo, después de la despedida de Mariví. Despegamos alrededor de la una y volamos a favor de las olas.

Al llegar nos condujeron  a toda velocidad en un taxi - concertado con cita previa- hasta la calle Ceuta. Ceuta hubo un tiempo que fue portuguesa y no lo olvidan. 

Al ir a la casa Airbnb el primer problema surgió con un candado con contraseña que bloqueó la entrada hasta que vino la encargada del piso y estiró con fuerza. Ni nosotros tres, ni el ingeniero que nos acompaña supimos abrirlo.



Antes habiamos comido discretamente en Bira dos Namorados, pero a nosotros nos parecía un restaurante decorado para niños que querían pintar mientras tomaban un cola-cao.




Recuerdo bien el inicio. El resto de los días se diluyen y se mezclan; no es importante qué fue primero una vez que estás en el sitio correcto y con gente buena.

El río Douro - suena a dorado - y el puente de Don Luis I dominan la ciudad; el puerto; las orillas; el valle; el turismo y la alegría.


El continuo bajar y subir al que obliga la ciudad proporciona vistas panorámicas en cada calle: desde aquí se ve la catedral, desde allí el ayuntamiento, el río desde un poco más allá, las bodegas quedan más lejanas.

Una concentración motera nos distrajo hasta el momento de visitar las bodegas Ferreira.


Allí aprendimos virtudes y características del vino de oporto, de las bodegas y de la forma sospechosa en la que hizo fortuna  la Ferreirinha. 


También nos hablaron de la palabra "saudade" y de como todos nos creemos únicos en el mundo.

En la cata final hubo risas, parecía temprano para beber pero no. 


Después de la cata - nos encontrábamos en el margen izquierdo si miramos al mar - y, en un puesto de golosinas, nos pusieron unas cañas frescas,  después un poco de chorizo al fuego, después... y después... en fin que comimos estupendamente entre chupa-chups y pipas de calabaza; cerca del río en taburetes alzados.

Al atardecer terminamos de endulzar la velada surcando  el Duero, bajo siete puentes. 


Y visitamos la catedral; la estación de ferrocarril, iglesias y monasterios con mosaicos y altares dorados; el mercado, la casa de la moneda, la cárcel; hicimos una visita guiada, por las noches algo de whiski. 

Parafraseando a Sabina "no caben tantos recuerdos en un haibun". 


Y comimos en un bareto perdido, con sopa verde portuguesa a la que se me olvidó sacarle foto, una frasca de vino y otras viandas caseras y a buen precio.

El vuelo de regreso siguió con el castigo de separarnos por hablar;  viento y olas racheadas en la vuelta.


cáscaras de patatas

para cenar,

y montones de risas



A Oti y Juan, con cariño.





domingo, 20 de julio de 2025

Santa Pola

 





 





el rosa marchito

en el pétalo de la buganvilla...

y el mar





A mis amigos, Llanos y Paco.

Sierra de Tus

 




Están a más de dos horas y ochenta curvas de casa la sierra de Tus y el río - con el mismo nombre y apellidos - que recorre con aguas vivas y limpias el paraje.

En los caminos - que arañan y suben - nos han enseñado lo que es un  "arrojo": el surco que dejaron los pinos cuando los arrojaban por la ladera hasta llegar al río.

Nos hemos fijado en los madroños, en los cardos florecidos, rozamos los helechos con ternura; hemos sentido el calor de las cigarras cuando llenan con su chirrido la naturaleza frondosa; nos hemos perdido  y nos hemos encontrado sin brújula.


nueva ruta,

en la flor del cardo

liba la mariposa


Hemos recorrido el camino de agua hasta el molino de Jaraíz.

En las noches las risas, jugando y contando del 1 al 100, rompían en silencio como el canto de las chicharras. 


las hojas

y la hamaca vacía

al compás del viento


la sombra
al este de la loma,
cantan las cigarras


senda de los Giles,
las zarzas arañan
el caminar


canto de pájaro,
la sombra del árbol
sin salir



l


sábado, 31 de mayo de 2025

Mariví

Mariví, compañera y amiga.

Y lo digo en ese orden, porque casi todos los aquí presentes hemos pasado primero a compartir el trámite de los expedientes y, más tarde, a convivir con unas cervezas en la mano, con un vino en tu caso y en esos momentos se inicia la amistad. 

Puede parecer un modo algo alcohólico de entender la amistad, y en efecto lo es, ¡Qué le vamos a hacer!

Respecto al término compañera te tengo que decir, por si en todos estos años que llevas ahí no te has dado cuenta que el nombre de la prestación que gestionas es muy feo, el más feo del INSS, sin duda, todo le decimos Viudedad, pero no es así: su nombre de pila es Muerte; el apellido también suena algo agónico, "supervivencia" como una vida con obstáculos o un accidente de avión; incluso la clave de la prestación es de mal fario: 113, tenía que terminar en 13, una lástima... menos mal que gente como tú y tus compañeros le pone otra cara a la sección  y hasta se nos olvida el nombre.

Algo más serio, y por destacar  solo a un detalle te diré que echaré de menos cuando me llamas don José.

Y es que cuando me has pedido algún documento que - muy raramente - se me haya podido olvidar, por ejemplo en un favor de familiares (también el nombre se las trae)  y me decías:

Oye don José, a ver si puedes pedir un certificado literal de nacimiento, que los de intervención si no van a poner un reparo, etc, en fin -todos sabemos como son los de intervención - y me lo pides como un favor a lo que es un leve olvido mío.😇  

Esos detalles se agradecen.

En fin, echaré de menos que alguien, aunque sea con cariñosa guasa, me llamé don José.

Y como amiga hemos tenido otras vivencias, más que como compañera

Me hace ilusión compartir y recordar un haibun de un día de abril, que lo cuento a todos para presumir.

Estábamos: Mariví, Llanos, Nino, gente de Sevilla y yo.

Ya os digo, era  en abril, por ferias de 2024, en la caseta de Costillares, 16.

Mariví vestida de flamenca azul, la flor en to lo alto y el pañuelo rojo con largos flecos hasta las caderas.


Naturalmente, sonaban sevillanas y, un familiar de un amigo, la invitó a salir.

Se plantó en la puerta del chiquero esperando la primera nota para levantar los brazos, girar y danzar las manos, alzando la mirada gitana y templando la postura.

Lo baila lento, quiero decir sosegado; fácil, humilde como es ella. Para bailar bien hay que ir al compás  de la música y ese día, era la música la que se ajustaba al son de sus tacones.

Lo bailó por morantinas; capoteando en la primera, con clasicismo y pureza; plasticidad, hondura y gracia. Sorprendiendo.

En la segunda reinó la emoción con el sentimiento retenido. Y me pareció verla brindar al público y lanzar una montera invisible, los volantes flamencos eran como olas del Guadalquivir.

En la tercera, el lance fue con fragilidad, estética y desmayo; ligerita. El mantón trenzado en su sitio, ajustado.

Enjaezó la cuarta con despedida: brillaba - en la caseta de Costillares, 16 - el traje de hilo de oro con fondo turquesa, aunque después de las doce se convirtiera en un traje de mercadillo y sonrisas.

Al final: ovación y enhorabuenas; un brindis con manzanilla y jamón.

Algo así sucedió y Llanos, Nino, gente de Sevilla y yo lo vimos.


 

feria de abril,

en la arena del albero

toreo y baile







sábado, 3 de mayo de 2025

Playa de los alemanes

 Fue por casualidad.

Caminábamos desde el hotel hacia la playa de los alemanes. Calles con vistas al mar, con casas de lujo en la colina, casas con ventanales sin nadie asomado, casas con jardines y flores limpias. 

Andábamos felices, sin saber de dónde viene la felicidad. 

La luz rompía en la arena envolviendo la espuma. 

El mar tronaba sin cesar.

El viento rompía las olas formando espuma.

Mirábamos hacia otro lado del mundo, tal vez por casualidad.


Las cosas, a veces, son sencillas; como la felicidad.


en la orilla,

los pétalos blancos 

y  el mar



Para Llanos.



miércoles, 16 de abril de 2025

Hanami

 

Tenemos solo un cerezo japonés, un sakura, un prunus serrulata; solamente uno en el Jardín Botánico. La AGHA ha regalado un par, pero no han terminado de enraizarse al tipo de llanura o de adaptarse a nuestras miradas..

Ayer fue el hanami: una tradición del Japón que celebra el florecimiento del cerezo. El significado es algo así como contemplar y meditar sobre lo efímero de la belleza y en general de la vida.

 Las flores apenas aguantan una semana sin que sus cinco pétalos caigan, con dignidad, belleza y honor samurái.

Ayer, con un día intempestivo, se celebró el undécimo hanami; 20 personas - la mayoría desconocidas para mí - contemplando la belleza efímera del color y leyendo haikus inéditos de Chiyo-ni (gracias Elías) y colgando haikus en el sakura (gracias Toñi).



bajo las sombras

del cerezo florido

nadie es extraño

                         Issa



Después, en el rincón más japonés del Jardín Botánico, bebimos sake, colgamos sueños en el Torii,  comimos bizcocho y patatas fritas con wasabi.


bajo los cerezos,

la sopa, el pescado,

el sake también

                Chiyo-ni




Con solo un prunus serrulata, un sakura, un cerezo y fíjate ...

 ¡No me imagino lo que podría organizar Toñi si tuviéramos cien!

 



Para Toñi: presidenta de la AGHA, por todo su trabajo y empeño, en tantas cosas del mundo haiku.




sábado, 12 de abril de 2025

Carmen

 


Mi madre, cuando hablamos de ella, siempre lo dice: ¡Qué buena es!

También mi hermana: ¡Qué corazón…! 

 Incluso su padre lo piensa, ¡Ya ves!

Es un don con el que nació, se lo dejaba ver cuando bajábamos por la avenida de España y sufría por los enfados infantiles, con su alma gemela  Alicia, y no podía soportarlo. 

Eran cosas suyas, (de nación) no tuvo tiempo de aprenderlas. Medía una vara y un palmo y ya le salía el sentimiento por las manos apretadas.

Y ahora, que mide a penas dos o tres palmos más, 😊se le sigue notando en el corazón: en los buenos días de cada mañana; en la alegría por la felicidad de otros; en su forma de mirar se nota.

Y tiene un novio, una pareja,  un compañero  que  - pa mi -  también sabe querer. Porque para querer hay que saber.

 ¡Y da gusto ver esos quereres caminar juntos! Bajo el sol abrileño de  Andalucía o bajo las  nubes manchegas que nos cubren hoy.


doce de abril,

entre nubes y soles

un corazón


¡Muchísimas felicidades, hija!

¡Y dentro de nueve días nos vemos en Sanlúcar!




viernes, 21 de marzo de 2025

Lluvia

 

En medio de la penumbra, esperando la alarma del teléfono para comenzar la rutina del amanecer, oigo unos golpeteos líquidos, tan habituales de este mes de marzo. Miro por la ventana, las farolas alumbran la calle lenta, ... y fuera se ve  la lluvia, aposentada ...

"... y fuera se veía la lluvia, aposentada, cómoda, tan sostenida y fuerte que parecía iluminar ella sola la noche con sus hileras continuas como varas flexibles metálicas o como lanzas interminables, era como si se excluyera el raso y descartara todo otro tiempo futuro en el cielo y no permitiera ni concebir su ausencia..."

Tu rostro mañana. 3 Veneno y sombra y adiós;  de Javier Marías


Mientras me tomo el café con canela, insiste un tamborileo sobre la claraboya de la habitación contigua a la cocina; otra borrasca y nuevas aguas que se acercan y rodean el clima y el tiempo.

Por aquí está lloviendo bien, el agua cae despacio y la tierra aguanta sin rebosar. Paseo con la soledad silenciosa del galicinio con un cuerpo deshabitado, imaginario.

Solo en algunos momentos la lluvia, gime, parece enfadada y bronca y gris, con gotas largas..


"... gotas largas,

romo alfileres líquidos,

brillan al primer sol de la mañana.

La lluvia que ha mojado tus cabellos

no ha mojado tu cuerpo ni tu cara"

                                                       La lluvia, de Ángel González



cielo raso,

en el alcorque del tilo

flotan las hojas





jueves, 6 de marzo de 2025

Una primavera con haikus en Herso



Solamente es publicidad :) 

Por si os apetece compartir con Cari y conmigo un ratico hablando y leyendo haibunes y haikus.
 

martes, 18 de febrero de 2025

La vida es una engañifa

 

Eso me dijo PM hace una semana. Movía inquieta la pierna derecha - siempre ha sido un poco nerviosa - constantemente se repeinaba con la mano el flequillo y hablaba.

PM venía para informarse de la jubilación; es amiga mía, al menos lo fue en época del bachiller, y hay cariños, o afectos, que se quedan a pesar del tiempo o del olvido. 

El olvido es consecuencia de los distintos bares que frecuentes.

Cuando lo espetó me recordó al poema del Gil de Biedma:"Que la vida iba en serio/uno lo empieza a comprender más tarde ..." El éxito de este poema no es su revelación, es el eco de un conocimiento atávico. 

Pues eso, soltar la frase "la vida es una engañifa" arrastraba tristeza; puede ser solamente un quebranto de hoy, como si hubiera sufrido un chasco; puede ser una reflexión, como el poema de Gil de Biedma, entonces es un desengaño, un sentimiento más profundo y oscuro.

La vida se borra, no somos capaces de recordar - volver a pasar por el corazón - todos los segundos; cada sueño; cada comida; cada malestar; cada ilusión; el aburrimiento; el dolor... todo. La memoria es limitada, y parece que la vida solo fue lo que alcanza la memoria. En el olvido también existe vida.

Quizás, nos parezca nuestra biografía según nos encontremos hoy, en este instante, ahora, ya.

PM se tiene que jubilar dos años más tarde de lo que pensaba. Para ella la vida es una engañifa.


apenas llueve,

vuelve a brotar la higuera

en el muro




sábado, 1 de febrero de 2025

Mandarina boticaria

 



después de andar

dos mandarinas, 

¡las dos boticarias!




Lo admitido son cinco sabores:  dulce, salado, ácido, amargo y umami. Vale. Pero en esta tierra y la cercana, solamente a las mandarinas y a las naranjas, cuando no son ni dulces, ni tampoco agrias, quizá con cierto recuerdo a algún jarabe (¿frenadol?)se las llama boticaria. No creo que se utilice para ninguna otra fruta, ni para alimento alguno.

No viene recogido en la RAE, ni en María Moliner, ni en el Tesoro de los diccionarios históricos en legua español. 

No localizo mi ejemplar de "El Habla popular de La Roda de La Mancha"; solamente la encuentro en un diccionario munerense.

A quien  le apetezca que deje un comentario sobre esta palabra.




sábado, 25 de enero de 2025

Clientes


Tengo algunos clientes que prefieren que les atienda yo en lugar de mis estupendos compañeros; el motivo es claro: ya he visto sus lágrimas y cuitas en alguna ocasión y han roto el pudor de la confesión y la desgracia.

D., es de Albacete, la primera vez se  desplazó a La Roda por premura, me dijo que volvería siempre allí, y en efecto, este jueves volvió.

D. es alto, más de 120 kg (me lo dijo) y llena la puerta, algo de barba rasposa, cara de penitente, sonríe con tristeza, con gafas algo desequilibradas,  padre de una niña pequeña y viudo constante.

La vida se le ha desordenado desde que falleció su mujer, arrastra desánimo y pena sin mesura. Quiere retirarse de la vida, a una pequeña pedanía sin calles ni cables. Pero no puede, debe educar y no se atreve en medio del destierro.

Me cuenta que su madre murió siendo él joven; el año pasado fue su mujer, y teme la alegría por si la pena se da cuenta y ataca a su entorno de soledad. Me dice más cosas.

Agradece mis palabras de aliento - más la escucha y el entretenimiento - y se despide igual que vino, dejando un rastro de abandono que la gente percibe y aparta.


sol de invierno, 

intercambiaba la vida

a su mujer




jueves, 9 de enero de 2025

Año nuevo

El Parque Lineal está cercano y fácil.

 Este invierno me cuesta el frío, me entra más en la piel, como si se estuviera llenando de poros.

Me abrigo con más tesón y abundancia: camiseta, camisa, chaleco, tres cuartos y gorra de piel vegana. Los pies caminan más frescos.

Observo la máquina de tren varada y como el tiempo mueve los columpios.

Paseo o ando, entre otoñados árboles  y gente que corre o se queda. Conozco más a los árboles y  miro a la gente: los que van y vienen;  los que empujan sillas de ruedas o sillitas de bebe; los que hacen gimnasia en los aparatos. Dos niños juegan al escondite.


Año nuevo, 

en el columpio del parque

se mece la madre