domingo, 16 de julio de 2023

Querido diario



 Domingo, 16 de julio, Virgen del Carmen.

Querido diario:

Me he levantado, digamos que temprano, las 4.30, eso sí, ayer a las 10, ya estaba en la cama.

Me pongo cómodo en el sillón con una lectura entretenida de un libro de haikus que solo había ojeado: "El envés de la hoja" escrito por varios autores, cercanos y lejanos. 

un olor en el aire...

las sombras se alargan

en dirección al mar

                              Félix Arce Araiz 


Después de leer unos cuantos preparo café y veo un wasap, nocturno y dedicado, de Juan. Desde su terraza me manda un "Manifiesto delirista".". qué suerte que ahora hay gente que lo hace fácil..." dice el estribillo de la canción. Me gusta.

Le contesto con un haiku madrugado y una foto desde mi terraza

olor a café,

en la primera luz

suena una canción


Sigo con la lectura de haikus, imaginándolos despacio, viviéndolos un poco.


arrastradas por la lluvia

las hojas

que dejó el viento

                              Sandra Edith Pérez


No llego a terminarlo, por la página 95 me detengo.


cavando surcos, 

las gotas de sudor 

se hacen barro

                       Elías Rovira Gil


Serán algo antes de las siete, sigue siendo pronto para felicitar a mi hermana, pero no a mi hija que siempre da los buenos días muy tempraneros.

Me tumbo y mientras oigo un pódcast sobre la caída del imperio romano, dudo entre el sueño y la vigilia, pero con los ojos cerrados.

He oído el mar y el viento romperse con las olas. Azuzo los sentidos y me estremezco con cuidado.

El miércoles me caí de bruces en la calle. Aunque me levanté rápido, el golpe estaba hecho.

Me torcí el tobillo derecho, caí hacia el lado izquierdo, apoyando la mano y el costado.  Sé que no tengo nada roto porque Paco me diagnosticó la integridad de huesos. Gracias.

Me sigue molestando el tobillo, el costado, el codo y la muñeca. Pero no tengo ni un rasguño ni un moratón. Mi hermana Concha me dijo que es porque estoy almohadillado.  Gracias.

Cierro los ojos y vuelvo a oír el mar: querido diario.  


en la llanura,

con los ojos cerrados

se oye el mar