Mañana será Nochebuena, no hace mucho frío, la niebla es densa y conlleva soledad pero reconozco los caminos, son muchas las ocasiones que he andado por ellos, soy consciente de que miro de otra manera, lo cercano con más detenimiento y el horizonte con adivinanzas.
Voy por el camino de la Huerta de Toni, entre ladridos furiosos y vallas con más alzada que mis ojos. El campo surge con lentitud, primero algún muro desconchado, después algunos alambres caídos, una casa abandonada, una parcela que se vende, tres almendros de dominio público...
De pronto, entre unos pinos inclinados por el viento, se ven pastando un caballo y un poni; en unos pocos metros surge otro mundo, casi otro país. La niebla apaga el sonido, moja la hierba y enturbia el horizonte. Podría sentarme y esperar que el sol restablezca la realidad habitual. Ahora este pequeño paraje es la página de un cuento.
Ha merecido la pena el paseo por encontrar un rincón fugaz.
por Navidad,
los caballos pastan
entre la niebla.
Gracias por tan bello paseo por el campo y a través de la niebla
ResponderEliminarUn abrazo y Felices Fiestas
La niebla convirtió el paseo de muchos días en una aventura.
EliminarGracias por tu comentario. Feliz Año. Un beso.