viernes, 18 de octubre de 2013

Camino de Santiago



De Boadilla del Camino a Carrión de los Condes van veinticuatro con siete kilómetros a pie - no lo escribo con número para que se le de la importancia que merece el kilometraje.

Cuando el día empezaba a cansar los pasos se cruza por el término de Villovieco, se pasa por un andadero  que acompaña a la carretera demasiado tiempo. En una huerta, un Santiago Peregrino y una pequeña cruz me llamaron la atención, me acerqué y apoyándome en el bordón realicé una fotografía,  en ese momento, sale de entre los árboles un anciano alto y fuerte con una azada en la mano dando gritos y corriendo hacia mi.

- ¡ehhhhhh, ehhhhhh, ehhhhh!

Instintivamente sujeté fuerte el bordón con la mano derecha y miré alrededor por si había pisado algún cultivo o se me escapaba la causa que pudiera originar las voces, las prisas y los movimientos de manos.

El anciano suelta la azada en el suelo (uffff) y yo  aflojo el bordón - la cosa no será para tanto -

- ¿ Te gusta el Santigo?
- Claro, por eso le he hecho la foto. Es muy original (¡para decirle que era feo teniendo la azada a tres pasos!).
-  ¡Ahí dentro tengo dos peregrinos!, ¿Quieres pasar a verlos?
Yo me pregunto para que voy a querer ver a dos peregrinos, en el camino hay muchos. No lo entiendo.
- Déjelo buen hombre. Voy a seguir camino.
- Pasa - me insiste - que te van a gustar.
- ?
- Tengo a un chico y a una chica.
- ?
- La chica es rubia, y al chico le he echado aceite de motor
-?????? (Será el cansancio, no entiendo nada)
La prudencia me sugiere que siga pero... puede más la curiosidad.
Enseguida me señala a la derecha y me dice
- Este lo hice con el tronco de un almendro borde y a la chica con un madero que encontré en el monte.
¡Ahora lo entiendo!
- Al chico le di aceite de tractor usado y ha quedado algo negro, a la chica le di aceite limpio y le puse el pelo rubio para dar un homenaje a las rubias.

- Toma unos caramelos y unas zanahorias, me llaman el Caramelero de Villovieco.
- ¡Buen hombre! Es un gesto muy noble y de agradecer,  pero no llame a los peregrinos con la azada en la mano.

Se rió.




2 comentarios:

  1. Jajajaja me rio pero bueno, también me asusté al principio jajajaja, y es que tiene su miga la historia. Me gustó, ha sido divertido, al menos para los que no estuvimos allí jejejeje.
    Un abrazo.
    PD espero que los caramelos mereciesen la pena jejejeje

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  2. Me gustaron más las zanahorias, jejeje.
    Gracias por el comentario.
    Un abrazo.

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