martes, 7 de agosto de 2018




Son las 17.38, se viene presintiendo la tormenta, han avisado. La tarde va convirtiéndose en truenos, como redobles de tambores de lluvia de guerra.

Pero de momento solo unas gotas;  sube el olor y entra por la ventana: es a lluvia caliente. Unas pocas gotas, que resuenan sólidas contra los ladrillos del patio interior.
La batalla en el cielo relampaguea. Un trueno y otro,  bronco con gritos  de aguardiente.

Silencio.


Tal vez ...si nos mantenemos ocultos, con las luces apagadas, sin movernos, sin hablar, tal vez pase de largo.

La calle desierta. No se ve a nadie aunque apenas llueve. ¿Por temor o por estrategia?

Los truenos van distanciándose.  Solo ecos.

La tormenta habrá alcanzado a otros más incautos y sin tácticas.

18.17  Cuando el suelo comienza a secarse se escucha de nuevo cabalgar.

tarde agostiza,
ni después de la tormenta
refresca.


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