domingo, 22 de diciembre de 2024


Se llama, digamos que, María; viene con la cara seria, pero no de mal humor; posiblemente esa sea su manera de mirar. Es de raza, pero solo se nota en los apellidos morenos y, levemente, en algún giro, como la insinuación de un aire por bulerías, que quiere mantener en secreto.

Habla todo el rato de usted, entre distancia y respeto; reclama sus derechos  con firmeza, pero "por favor" y agradeciendo. Su vida la detalla cerrando la puerta despacio. Dejando atrás el pasado.

Cuentan en el "Centro de la mujer" que conocen su caso, pero que no va mucho por ahí: 

 - Ella se va buscando la vida desde que vino de Madrid.

Mientras cumplimento la reclamación le pregunto por la edad de sus hijas y si les gusta el colegio; se permite sonreír al pensar en ellas.

- Son mi debilidad. La pequeña es buena estudiante, quiere ser veterinario.

No dice más, hay cierta brusquedad en el silencio, se arrepiente de hablar o de la sonrisa. Y vuelve a recobrar esa cara de miedo con la que camina cada día esta Navidad.



llega la Noche Buena,

la sonrisa vicaria

de la gitana







miércoles, 4 de diciembre de 2024

Madera de deriva


 Fui a ver una exposición de pintura en el viejo ayuntamiento: Bosquianos. 

13 artistas  sin supersticiones presentan sus obras inspiradas en los cuadros  de El Bosco: desde los originales  libros de artistas de Pepe Cortijo; al estilo collage, divertido y actual, de Ramón Torres; la fotografía profunda de Clara Lozano y así uno tras otro en estilo variados buscando las figuras surrealistas y, los demonios y los cielos en un comic con sabor a café.

Y, tal vez, inmerso en ese mundo, le doy vueltas desde ayer a una figura de  Ramón Torres que podría sugerir -  mirada desde el sur - una calavera de una especie animal que está por venir.

Este tipo de madera es básicamente ingrávida y etérea, a pesar de su apariencia amartillada y oscura, se asemeja más al corcho de un vino marinero que al roble de un navío español. Es posible que la singladura le arrebate y vacíe las moléculas que le dan el peso y solamente quede la tensión superficial para aparentar una forma modelada por peces y espuma.



madera a la deriva,

un cráneo del futuro

tallado por las olas



(ufff, un haiku surrealista)