Llegamos en coche al Jardín Botánico; caminar y ver lo reservamos.
Se exponen unas fotografías de Antonio Muñoz con bichos y plantas, a su manera: cercano y próximo, consiguiendo que miren a cámara las mantis con sus dos ojos compuestos y sus tres simples; que las orugas enamoren y que nos alegremos de que las arañas sean pequeñas.
En una fotografía logra unir dos humildades: la santanica entrando en el círculo amarillo de los estambres de la margarita.
En otra, una sencilla flor consigue recoger el brillo del momento.
olor a miel,
en la flor del almendro
se posa la luz
Después de disfrutar con el detalle de la naturaleza quieta, vamos a pasear por el jardín.
Amenaza tormenta, como ha sucedido en muchos días de junio, y no vemos a nadie por los pasillos del botánico.
Distintos piares de pájaros resuena a borbotones entre las ramas.
Un bichillo diminuto se para en mi libreta en la que voy anotando sensaciones. Considero en cerrarla rápidamente y guardarlo como recuerdo en dos dimensiones. Pero imagino en cómo será visto en grande, a color, subido en una amapola y, .... soplo. Tengo que insistir y se va cuando quiere irse.
días de tormenta,
canto de pájaros
en el árbol de la seda
P.d la fotografía, naturalmente, de Antonio Muñoz.
¡Muchas gracias! Un placer poder unir tus palabras con mis imágenes, muy agradecido que tu haiku haya añadido belleza a mi exposición. Un abrazo
ResponderEliminarYa ves, después de ver la exposición fui incapaz de matar un bichillo. Un abrazo
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