miércoles, 14 de febrero de 2024

Jaén, ciudad de luz

 

Allí estuve por primera vez en agosto de mil novecientos ochenta y cinco, destinado en la TGSS durante cuatro meses. Hoy no encuentro los recuerdos: ni compañeros, ni la venta, ni la cueva del gitano, ni el jamón asado, ni los ojos del espíritu.

Este fin de semana nos alojamos en la parte antigua de calles estrechas - hasta para peatones - cerca de la travesía "Juanito el practicante". Desde la casa celeste se oía como bajaba el fuerte viento del castillo de santa Catalina y se repartía por la ciudad, junto con la lluvia olivarera.

Varias tabernas como  La Manchega, La Barra, El gorrión... fundadas algo más tarde de 1800, se reparten por rincones que huelen a migas con avíos y padrenuestros con aceite.

Desde allí se llega a la catedral de la Asunción, diseñada por el albaceteño Andrés de Vandelvira. Un monumento que se recorre con asombro, tanto por la propia arquitectura como por las obras que la decoran: un singular tenebrario circular, bajo relieves de pasión o de la última cena, casullas con variados colores litúrgicos o el Santo Rostro.

Placetas, pequeños naranjos, Baños árabes, museos, fuentes y leyendas del lagarto de Jaén o del Caño Quebrado completan una ciudad de luz.


lluvia lenta,

tapas y cervezas

llenan la barra

No hay comentarios:

Publicar un comentario