Cuando la conocí, el alzhéimer empezaba a debutar en el alma inteligente de Prospe y, ya sabemos, es una enfermedad que va borrando verbos, nombres propios y coplas.
Llamaba la atención a quienes pasaban cerca de ella cuando entonaba "por el camino verde", "amapola" o "me ha pretendido un maleta". Esta última era mi preferida, porque la interpretaba modulando la voz, cantando sin prisa, dejando que la melodía sonriera.
El último olvido fue el tarareo antiguo; nunca perdió la expresión de dulzura.
El día de reyes dejó bajo el árbol, sin envolver, su recuerdo y su bondad.
amapola,
los últimos pétalos
caen en navidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario